domingo, 19 de junio de 2011

Antología parcial / 16







                Poeta y Palabra

Cuando el aire, suprema compañía,
ocupa el sitio de los que se fueron,
disipa sus olores, sus jestos, sus sonidos
y vuelve único a llenar
el orden natural de su silencio,
él, a cuyo infinito alrededor se ciñen
la medianoche, el mediodía
(horizontes de ausente plata o más allá del oro)
se queda con el aire en su lugar,
dulcemente apretado por la atmósfera
de la azul propiedad eterna.

Puede olvidar, callar, gritar entonces dentro
la palabra que llega del redondo todo,
redondo todo solo;
que el centro escucha en círculo
resuelto desde siempre y para siempre;
que permanece leve y firme sobre todo;
la vibrante palabra muda,
la inmanente,
única flor que no se dobla,
única luz que no se estingue,
única ola sin fracaso.

De todos los secretos blancos, negros,
concurre a él en eco, enamorada,
plena y alta de todos sus tesoros,
la profunda, callada, verdadera
palabra,
que sólo él ha oído, oye, oirá en su vigilancia.
La carne, el alma una de él, en su aire,
son entonces palabra:
principio y fin,
presente sin más vuelta de cabeza,
destino, llama, olor, piedra, ala, valederos,
vida y muerte,
nada o eternidad: palabra entonces.

Y él es el dios absorto en el principio,
completo y sin haber hablado nada;
el embriagado dios del suceder,
inagotable en su nombrar preciso;
el dios unánime en el fin,
feliz de repetirlo cada día todo.

    Juan Ramón Jiménez: La estación total (1946)


Algo va mal


Tony Judt: Algo va mal. Taurus. Madrid, 2010.


“Hay algo profundamente erróneo en la forma en que vivimos hoy. Durante treinta años hemos hecho una virtud de la búsqueda del beneficio material: de hecho esta búsqueda es todo lo que queda de nuestro sentido de un propósito colectivo. Sabemos qué cuestan las cosas, pero no tenemos idea de lo que valen”.
Así comienza el último libro de Judt, un texto imprescindible para conocer, comprender y reflexionar sobre nuestro estilo de vida, sobre las raíces de nuestro malestar, sobre las perplejidades y contradicciones a las que nos enfrentamos cada día en la modernidad reciente, sobre esa especie de parálisis que ha llevado a nuestra sociedad a creer que no existen salidas a la situación en la que nos encontramos.
Frente al escepticismo cómplice de quienes se atrincheran en la idea de que no existen alternativas, Judt propone conferir a nuestros actos un sentido que los trascienda. Se trata de un alegato a favor del compromiso: “si pensamos que algo está mal, debemos actuar en congruencia con ese conocimiento”.
                                                                          Julián        

lunes, 13 de junio de 2011

Encrucijadas



“… Vivir peligrosamente, intentar pensar sin apoyos ni presupuestos, tratar con problemas ad hoc y sin un sistema…”

                                           Fredric Jameson


“La fuerza suprema del hombre consiste en esto: en resistir a todos los desafíos que la realidad nos impone mediante el sinsentido, la demencia y la desconcertante absurdidad, y hacerlo perseverando en una búsqueda incansable de lo comprensible y del sentido.”

                                                 H.G. Gadamer


Paul Gauguin: De dónde venimos


“Quería dejar detrás de sí todo lastre anterior, como si lo único que importara ahora fuera concentrar la atención en dirigir los pasos hacia adelante”

                                           Robert Musil


“Nada puede ser considerado un acontecimiento si no resulta susceptible de ser integrado en una trama, en una historia”

                                                 F. Nietzsche

Antología parcial / 15





Pequeño tratado del mundo

El mundo está compuesto de ventanas abiertas,
de renacuajos vivos que pernoctando cantan,
de ratas y de abetos, de saltamontes crudos
y de otras mil especies de animales.

El mundo en que vivimos es algo que no entiendo:
no entiendo que hay un hombre sentado en esa puerta
ni que hay peces por dentro de los ríos,
los peces que se pescan en las pescaderías
(los panes que se comen en las panaderías),
ni que hay un hombre mudo sentado en ese muro.

Cualquiera entiende el mundo sentado en esa puerta,
cualquiera reflexiona sobre el abstracto mundo,
el tremebundo mundo compuesto de animales,
de males que no curan
y gentes que no duran;
cualquiera entiende el mundo que yo nunca lo entiendo.

Cualquiera se levanta contento y se pasea,
cualquiera que no tenga sentidos en la frente
se levanta o se siente
contemplando este mundo sentado en esa puerta.

El mundo se compone, compónese de cosas,
de libros y de rosas
y de otras mil especies de animales.
De sendas y corderos,
de sapos y senderos,
de ventanas abiertas está compuesto el mundo.

Pero cualquiera entiende del mundo la oficina
donde se arreglan todos los papeles del mundo
y se hace el pasaporte para la patria amarga
de donde nadie vuelve.

Gabino-Alejandro Carriedo: Del más, el menos (1952)